Patología Craneal

La patología craneal es aquella que afecta al cerebro y al resto de estructuras que conforman el cráneo: meninges, vasos sanguíneos, líquido cefalorraquídeo y bóveda craneal. Sobre estas estructuras pueden aparecer distintas enfermedades: tumores, malformaciones vasculares y trastornos en la circulación de líquido cefalorraquídeo.

Neuro-Oncología

La Neuro-Oncología es el ámbito de la medicina que se dedica al estudio y tratamiento de los tumores del sistema nervioso central y de las complicaciones neurológicas del cáncer. Existen distintos tipos de tumores cerebrales, cada uno de los cuáles va a precisar un esquema de tratamiento individualizado: en muchos casos será quirúrgico, bien mediante resección o biopsia, con o sin tratamiento complementario oncológico posteriormente. En otros casos, el tratamiento será conservador mediante vigilancia y seguimiento. Por todo esto, resulta fundamental el tratamiento individualizado de cada tipo de tumor.

Hidrocefalia

La hidrocefalia se define como el acúmulo de líquido cefalorraquídeo (LCR) debido a una alteración en el mecanismo de producción, circulación o reabsorción del mismo. Es importante caracterizar el origen de la hidrocefalia, ya que va a condicionar el tipo de tratamiento. Las técnicas usadas se dividen en dos grupos:

Patología vascular

La patología vascular cerebral refiere a las enfermedades que afectan a las arterias y venas del sistema nervioso y sus consecuencias. En particular en Atlante tratamos aquellas que pueden ser manejadas quirúrgica, endovasculamente o mediante radioterapia.
Algunas de estas enfermedades son hereditarias, otras congénitas, de otras no se conoce su origen, pero, en la gran mayoría, tiene una gran influencia los hábitos de vida y los conocidos factores de riesgo cardiovascular: diabetes, hipertensión arterial, dislipemia, tabaquismo o sedentarismo.
Generalmente las operaciones para tratar estas enfermedades se consideran cirugías de alta complejidad por lo que deben ser manejadas por personal altamente cualificado y disponer de la tecnología necesaria para ello, como es el caso de nuestro grupo.

Innovaciones

Neuronavegación

Es un sistema que funciona como un GPS y nos permite ubicar nuestra zona de trabajo quirúrgico en relación a la RM preoperatoria. La neuronavegación aporta seguridad y precisión al procedimiento quirúrgico, ya que permite establecer la mejor trayectoria de entrada y de trabajo, ayuda en la delimitación de los márgenes de resección y en la localización de lesiones profundas. Resulta fundamental para la realización de una biopsia cerebral de forma precisa.

Monitorización neurofisiológica intraoperatoria

Se va a basar en la monitorización de la función neurológica durante el procedimiento quirúrgico para minimizar la posibilidad de daño. Una de sus aplicaciones es el mapeo cerebral intraoperatorio, que consiste en la detección de zonas elocuentes de la corteza y de la sustancia blanca cerebral, con el objetivo de preservar su función. Así mismo se usa para monitorizar la función de un determinado nervio craneal o periférico para evitar su lesión durante el procedimiento quirúrgico. En la cirugía del neurinoma del acústico se emplea una combinación de la monitorización de la función de nervios craneales, así como de las vías motoras y sensitivas.

Uso de fluorescencia con microscopio

En el caso de los gliomas de alto grado suele existir una afectación microscópica celular. El uso de la técnica microquirúrgica con la fluorescencia amarilla nos permite aumentar el grado de resección del tumor mediante la detección de esa infiltración microscópica. En la patología vascular nos permite evaluar las características de una malformación arterio-venosa o de un aneurisma cerebral, y comprobar la resección de la malformación o el correcto clipaje en el caso del aneurisma.

Endoscopia

Esta técnica puede usarse tanto a nivel intracraneal como en el abordaje de las lesiones de base de cráneo (tumores hipofisarios). A nivel intracraneal permite el tratamiento de determinados tipos de hidrocefalia, de una forma poco invasiva y sin precisar colocación de dispositivos de derivación de LCR. Además, permite el acceso a zonas profundas de nuestro cerebro para resecar o biopsiar una tumoración con un abordaje mínimamente invasivo. En la cirugía de base de cráneo permite el acceso a determinadas lesiones de una forma menos invasiva.

Hoy en día gracias a los avances científico-técnicos, nuestra cirugía se puede desarrollar de forma segura y precisa, con una baja tasa de complicaciones.

Puede variar mucho en función del tipo de lesión, pero habitualmente un mínimo de 2,5-3 horas además del tiempo anestésico y la colocación, que suele ser una hora.

Habitualmente las primeras 24 horas del postoperatorio transcurren en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), ya que la vigilancia debe ser estrecha. Posteriormente se pasa a planta de hospitalización donde la estancia puede variar entre 3-6 días.

Dependiendo de la evolución se aconseja un periodo entre 4-6 semanas de vida tranquila y posteriormente incorporación progresiva a sus actividades diarias.

Pues la primera visita suele realizarse al mes de la cirugía y en función del tipo de patología y la evolución se realiza seguimiento en consulta con pruebas de imagen.